20 años después se encuentran… esto fue lo que sucedió

5 min readSep 6, 2019

Con su mano derecha, gira sin parar el anillo de plata que lleva puesto en el pulgar izquierdo. Violeta nunca sabe qué hacer con sus manos, especialmente cuando está nerviosa.

Está en el café donde acordaron verse. Lo ve en la puerta antes de que él la vea. Él mira alrededor del lugar, buscándola. El corazón de Violeta late tan rápido que se marea. Para ella, todo ese momento se congela.

Se transporta 20 años atrás: se ve rodeada de la bella arquitectura y los jardines de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ambos llevan su mochila al hombro y caminan con las manos en los bolsillos, es un día fresco. Cuando suena la chicharra para el inicio de la clase, se despiden con un beso y con un abrazo. Eran una especie de molde para el amor de la juventud, lo hacían parecer fácil.

Cuando Violeta regresa de su viaje al pasado, lo ve caminar hacia ella y su rostro se ilumina. Conoce esa cara de memoria. Ella disimula y mira hacia otro lado, finge hurgar en su bolso. Puede sentir que todos sus sentidos y su racionalidad abandonan su cuerpo.

¿Cuántas veces se ha imaginado esta reunión en la última década? ¿Cuántas versiones han pasado por su mente?, ¿esta será la versión apasionada, deslumbrante, decepcionante?, ¿qué pasará ahora que ambos han hecho su vida, han tenido hijos, se han casado y divorciado de otras personas?

Mientas Violeta está navegando entre todas estas preguntas que dan vueltas en su cabeza, lo ve parado frente a ella. Se queda helada unos segundos, sin saber qué hacer. Él, solo sonríe. Sin decir una sola palabra, Violeta se levanta para abrazarlo. Se da cuenta inmediatamente que sus cuerpos aún encajan muy bien juntos. Se aleja rápido, nerviosa.

Se sientan frente a frente, rodeados de todas esas mesas de madera desgastada que siguen oliendo igual. Esa cafetería tiene un gran significado para los dos. Pasaron ahí su primer Día de San Valentín juntos hace 20 años. Aquella noche él trató de impresionarla reservando un elegante restaurante en la Colonia Roma. Pero al llegar al lugar y ver los precios en la carta, ambos se quedaron mirando. Él murmuró, “mierda”, exactamente lo mismo que pensó Violeta. “¿Nos vamos?”, dijo ella. Salieron de ahí y caminando encontraron esta modesta cafetería. Después de eso, celebraron la mayoría de sus grandes momentos en este lugar.

Las manos de Violeta están temblando. Él lo nota. “Es solo el almuerzo”. Asiente mientras trata de frotar su brillante frente con su manga. Ella se permitió mirarlo bien por primera vez. Ahora él tiene más de 40 años y tiene algunas canas para demostrarlo. Violeta se pregunta qué nota él en ella: ¿nuevas líneas alrededor de su boca y ojos?

Él la toma de las manos por encima de la mesa para que dejen de temblar y sonríe, otra vez. Violeta ahora ve claramente al chico que amaba hace 20 años, convertido en el hombre que está sentado frente a ella. Sacude la cabeza.

“¿Puedes imaginar todo lo que ha pasado desde la última vez que nos vimos?”, Pregunta él. Violeta contesta con otra pregunta: “¿Entonces estás en la ciudad por negocios?”

Él asiente, “encontré algunos de nuestros correos electrónicos”, dice. “Las cartas que nos escribamos cuando me mudé hace unos años. Nuestros intercambios de ida y vuelta. Los guardé todos, ya sabes. Algunos eran de nuestros mejores días en la universidad; algunos eran de nuestras peleas a larga distancia. A pesar de todo ...” , se acomoda el nudo de la corbata. “Estábamos realmente enamorados”. Lo dice como si fuera una ¡Noticia de última hora!

“Sí”, responde Violeta. “Por supuesto. Éramos tan jóvenes.” Él asiente . “¡Nos prometimos estar juntos… Y, sin embargo…” Responde él. “¡Lo sabíamos!” Asiente de nuevo. “Yo lo sabía, que cada uno haría su vida”.

Los ojos de él se enrojecen. “¿Estás llorando?” pregunta Violeta. “No”, responde llorando. “Hay mucho polvo aquí... esta ketchup es muy picante”, dice, señalando la comida que aún permanece intacta.

Ambos ríen, lo que hace que de repente, Violeta también comience a llorar “¿Por qué lloras?”, pregunta él. Violeta sacude la cabeza y pretende ser fuerte, “¡Extraño mi juventud!”. Pero ella en realidad llora porque siempre tuvo la esperanza de volverlo a ver y le hubiera gustado congelar el pasado para siempre, cuando se trata de él. Cada vez que hablan a distancia, por correo, aún recuerda el dolor que sintió al perderlo, al perderse.

Ella tenía 20 años la noche que se conocieron en una fiesta de la Universidad. Violeta estaba ebria, (de cerveza barata), lo cual le daba cierta confianza en sí misma. Le dijo que algún día sería escritora “¿Qué vas a escribir?”, preguntó él inclinándose peligrosamente hacia ella, pero era tan guapo que parecía inofensivo. “¿Novelas de terror? ¿Biografías?” Violeta solo miraba sus grandes ojos marrones. Se recargó en el marco de la puerta para no caerse.

“Ya sabes, el tipo de historias con la palabra “amor” en el título. Y escribiré cosas que te romperán el corazón”. respondió Violeta. Dos años después, en su cumpleaños, él le regaló una máquina de escribir Olivetti antigua, con las teclas amarillentas y oxidadas. Dentro del teclado había una nota suya: “para todas tus historias con “amor” en el título”.

Él siempre creyó que ella era sería una gran escritora, pero Violeta no lo es, se dedicó a ser madre…

Hablaron de sus hijos, de sus divorcios y de sus sueños y promesas no cumplidas.

Él se inclinó hacia adelante, “El matrimonio es más solitario de lo que pensé que sería. Dicen que hasta que la muerte nos separe, pero en realidad ella y yo nunca estuvimos realmente juntos, conectados.” Lo dice en forma de un susurro acercándose al oído de Violeta.

“Quédate”, dice ella, mientras piensa en la máquina de escribir antigua que está en el escritorio de su casa.

Estira la mano para tocar su rostro. Sus manos han dejado de temblar. Ahora, finalmente sabe qué hacer con ellas.

Abrazo

Alex

Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.