Cuando a Liz le preguntaban sobre su estado civil prefería decir soltera que divorciada.
Se ilusionó tanto con compartir la vida con otra persona, lo intentó, formaron juntos una familia, un patrimonio y una figura social. Y eso, llegó a ser más importante que amarse.
Y cuando dejó de ser feliz sintió una gran responsabilidad, porque supo qué haberse casado, tener hijos y entregar su vida, había sido su decisión.
Al principio siguió tratando de cumplir el compromiso que creyó no podía romper.
Después, se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo, que se había olvidado de ella y que nadie le agradecería su sacrificio.
Finalmente tomó la decisión y se separó. Pero por muchos años más se presentó como soltera.
Hasta que comprendió que ser divorciada es una nueva oportunidad de empezar, buscar ser feliz, decidir por ti misma, olvidar las opiniones de los demás.
Aprendió que las divorciadas solamente tienen una obligación: No repetir los errores y asumir que hubo momentos lindos.
Así que la siguiente vez que te pregunten tu estado civil di orgullosamente soy divorciada que detrás de esa palabra hay una mujer que cumplió con sus sueños, sus responsabilidades, que formó hijos y que dio muchos años de su vida a materializar sus sueños.

Soy Ale Pacheco, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir los libros de figuras públicas y a contar historias.