Member-only story
Cómo disfrutar tu soledad
La primera vez que me di cuenta qué tan solo estaba, fue un día por la noche, sentado en la alfombra de la sala de mi casa, con las luces apagadas, comiendo pizza fría del día anterior y bebiendo vino tinto… en una taza de café (sucia).
Tenía un poco más de un año de haber terminado una relación de 16 años. Todos se desvaneció poco a poco hasta que finalmente terminó y se suponía que había llegado la hora de “ser libre de nuevo” y disfrutar el momento que tanto había esperado. Excepto que… no llegó.
Mi curriculum de soltero en ese momento se leía como: un hombre exitoso, con estabilidad económica, sin miedo a relaciones largas, con 16 años de experiencia en el amor. Ese era yo ¡Un partidazo! ¿Qué más se podía pedir?
Pero ¿por qué no podía disfrutar de mí? De mi nueva vida y recuperar ese tiempo “perdido”, salir con quien yo quisiera a la hora que yo quisiera sin dar explicaciones de nada. En lugar de ello, me había autoimpuesto un autoexilio todo esos meses. Había puesto mi teléfono en silencio (literal y metafóricamente) y me había “dejado desaparecer”. Había puesto mi vida en pausa y me tomó más de un año darme cuenta de ello.
De repente, esa noche de reflexión efímera pero profunda, en la sala de mi casa, escuchando a Simply Red, me di cuenta de lo que estaba sucediendo: no sabía quién era. ¿Cómo se puede vivir la vida…