Cómo empezar de nuevo cuando lo has perdido casi todo en la vida

Alex Pacheco
5 min readAug 8, 2019

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*** Extracto de mi libro “La Vida Pasa Rápido” ***

Capítulo 16

El reinicio de tu vida

Una eternidad esperé este instante. Y no lo dejaré deslizar en recuerdos quietos, ni en balas rasantes que matan…

~Gustavo Cerati

¿Sabes qué es lo más triste de la vida?

Que no recuerdas ni la mitad de ella, no recuerdas la mitad de la mitad de lo que has hecho, ni siquiera una pequeñísima parte de lo que has vivido.

Por ejemplo, ¿recuerdas la primera vez que pisaste el césped?

Yo no.

No recuerdo cuál fue el primer libro que leí completo. La primera vez que corrí a máxima velocidad. La primera vez que comí una hamburguesa o la primera vez que me reí a carcajadas.

Tengo un amigo que va escribiendo en una bitácora, todo lo que va recordando de su vida desde que era niño. Sí, mi amigo es un nerd lo sé. Pero tiene muchos de estos momentos guardados como un valioso tesoro.

¿Se le cayó helado de chocolate sobre el vestido blanco de su hermana el día de su primera comunión?, lo tiene escrito. ¿Se cayó de la bicicleta y se abrió la rodilla?, ahí lo tiene. ¿La primera vez que fue al zoológico? ¡Yeap! también lo tiene.

Mientras que yo, no me acuerdo de muchísimas cosas o al menos no con ese nivel de detalle. Imagino la escena cuando me toque tener mi conversación con Dios y me pregunté:

“¿Cuéntame qué hiciste en tu vida?”

Y yo, tosiendo con el puño derecho en la boca –¡cof, cof!–, mano izquierda rascándome la cabeza. Un silencio incómodo, actuando como alguien a quien le hacen una pregunta súper difícil que lo toma por sorpresa. Al cabo de unos minutos y después de unas cuantas anécdotas significativas para mí, terminaré diciéndole: “Ya acabé, eso fue todo lo que hice.” En cambio, mi amigo podría tardar horas ahí contando con lujo de detalles el curso de su vida.

Quizá tengo pocos recuerdos, pero los que tengo son de momentos muy intensos. Esas idas al cine de niño con mis papás, esa primera vez que vi un país que no era el mío. Esa fractura jugando futbol americano, las conversaciones profundas hasta las dos de la mañana, el primer beso y el primer amor, aunque sea el cliché, si, el amor más grande de todos.

Una de mis frases favoritas es “la vida sigue”. Así de simple, y no se detiene hasta que mueres. Dolor de cabeza tras dolor de cabeza, carcajada tras carcajada, sentimiento tras sentimiento. En la vida hacemos promesas, ya sea para nosotros mismos o para los demás. Rompemos esas promesas y cometemos errores, es nuestra naturaleza. Pero incluso esos momentos que han dejado heridas y aprendizaje, son los que vale la pena recordar. Finalmente, la vida está hecha de recuerdos.

Y sí, la vida es agotadora a veces. Pero tal vez sea esa justamente su esencia y significado, que debes terminarla agotado.

Con eso puedes estar seguro de que ha valido la pena vivirla.

En el año 2012 tenía que encontrar la forma de cambiar mi vida entera porque la que estaba viviendo no iba nada bien.

Sé que no soy el único, miles de personas en el mundo la pasan mal, pero a diferencia de muchas personas que se acostumbran al sufrimiento y lo aceptan como su destino, yo no quería quedarme ahí. Había algunos éxitos claro, pero parecían no ser suficientes.

En algún momento sentí que toqué fondo y fue cuando me di cuenta de que era necesario apretar el botón de “Reset” en mi vida. Me decidí a perder muchas cosas y empezar de nuevo.

En un principio no sabía cómo hacerlo, pero empecé a hacer pequeños cambios y al final, muchos de esos cambios funcionaron.

Lo primero que hice fue raro… copiar la vida de otros. Mas bien, como que se las pedía prestada o se las alquilaba un rato. Tuve que alquilar varias vidas de hecho. Sí, lo leíste bien, pero no es lo que te imaginas. Es más fácil de lo que crees, empecé a leer como un loco la vida de personas que me inspiraban. Luego me di cuenta de que cuando lees la biografía de alguien que ha pasado peores batallas que la tuya, de alguna forma estás alquilando un pedacito de su vida para aprender de lo que ha funcionado y lo que no.

Entre más leía, más aprendía y empezaba a sentirme diferente. ¡No lo podía creer! Empezaba a tener esperanza y motivación. Y no tenía que vivir su vida, tan solo la estaba alquilando por un momento para absorber todo lo que me agregaba valor a través de su biografía.

Y entonces decidí crear mi propia biografía, e inventé mi propio personaje, de mi propio libro.

Alex

Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.

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Alex Pacheco
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Written by Alex Pacheco

Bestselling Author, Founder in Epicbook, Life Enthusiast

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