El mejor sexo de su vida fue fuera del matrimonio pero en casa tenía seguridad y… aburrimiento
"¿Estás segura de que esto es lo que quieres?" le pregunta mientras le acaricia los labios con su dedo índice. Mercedes le pone ambas manos sobre el pecho en respuesta. No dice nada más, solo lo mira fijamente a los ojos mientras piensa: “puedo decir con seguridad que hace mucho no deseaba tanto, algo así en mi vida”.
Él le acerca su boca al cuello y se detiene a centímetros de su piel. La respiración de Mercedes se agita sin control. Ella intenta desabrocharle los botones de la camisa, pero antes de que pueda hacer cualquier movimiento, él le agarra las muñecas con fuerza, las sujeta detrás de ella y con un movimiento fuerte le da la vuelta para doblarla sobre el escritorio. Ella no puede verlo, pero puedo sentirlo detrás. Puede sentir su aliento cálido en su espalda mientras empieza a sentir una lluvia de besos sobre sus hombros.
Ella tiembla, el contraste de sentir su cuerpo caliente sobre el frío vidrio del escritorio, hace que todo su cuerpo se estremezca. Siente como él se agacha y le susurra al oído mientras le muerde sutilmente el lóbulo de la oreja. “¿Estás segura que esto es lo que quieres?” La misma pregunta por segunda vez. Pero la pregunta ya no importa cuando la respuesta está dada.
Esa noche ella volvió a sentirse viva. Había olvidado lo que es ese sentimiento y lo revivió al descargar con él, toda la energía sexual que tenía acumulada. Mercedes lleva veinte años de casada y la vida sexual en su matrimonio, es ahora una reliquia del pasado. A sus 44 años, su esposo le quitó la atención que ella necesita, dejó de sentirse deseada y vive en la monotonía de la rutina de todos los días.
Mercedes nunca se consideró el tipo de mujer que tendría una aventura, hasta que lo conoció. Al principio eran solo ciertos mensajes que se convirtieron en largas conversaciones subidas de tono y entonces vino la invitación.
Esa noche después de la cena, él la llevó a su oficina en uno de los edificios más modernos de la ciudad. La adrenalina y la vista panorámica desde aquel lugar en el piso más alto del edificio provocaron que ella se sintiera plena y tan sexy como no recordaba haberse sentido.
Simplemente no pudo detenerlo. O no quiso.
Mercedes se negó por mucho tiempo a esta propuesta. Aunque ya no se siente atraída sexualmente por su esposo, aún siente cariño por él y no quiere dañar a su familia, ni poner en riesgo todo lo que ha conseguido en la vida. Ella solía pensar que el sexo mediocre no le importaba; finalmente su esposo es un buen proveedor y está dedicado a sus dos hijos.
Pero después de la aventura, vino la ansiedad y la desesperanza. No solo por el inmenso sentimiento de culpa que la come viva por dentro, sino porque después de aquella noche que le devolvió la vida, él empezó a cambiar con ella. Los mensajes empezaron a ser más cortos, menos cariñosos y menos frecuentes. Mercedes, por su parte, se siente enamorada. No puede sacarlo de su cabeza, el solo recuerdo de sus besos y de sus caricias desde aquella oficina la hacen estremecer. Día y noche.
Sin embargo, él ya no volvió a ser igual con ella. Después de una semana de no tener contacto ni de recibir un solo mensaje, Mercedes llega al trabajo una mañana, para enterarse que él ya tiene una nueva compañera. Ella está en shock. Tiene ganas de sollozar sin control, pero no puede permitírselo; mostrar su dolor podría exponer el asunto.
Los meses han pasado y el dolor de Mercedes no disminuyó, siente que está perdida para siempre y no puede compartir sus sentimientos con nadie. La única opción que le quedaba era acercarse a su esposo, tratar de recuperar su relación. Decide preguntarle si se uniría a ella para ir a terapia de pareja y trabajar en mejorar su vida sexual. Al principio, él no le encuentra sentido a la propuesta, pero reconoce su falta de interés en el asunto y cómo esa actitud, los ha llevado a vivir una relación de hartazgo e indiferencia. Así que él finalmente acepta.
Cuando el enfoque terapéutico de Mercedes cambia para concentrarse en mejorar la intimidad romántica en su matrimonio, el trabajo de duelo para dejar ir de su mente y su corazón a su amante, parecía haber llegado a su fin.
Entonces Mercedes empieza a ver a su esposo nuevamente, como el hombre devoto y compasivo que es. En lugar de sentir su furia, su frustración y su tristeza por la falta de sexo en la relación.
Mercedes también empieza a superar su culpa, y se lamenta de haber separado el amor de la lujuria dentro de su relación, tal y como lo dijo su terapeuta: hay personas que tienen el mejor sexo de su vida con una persona que no aman, y el sexo más aburrido con una persona que les da la seguridad de una relación.
Mercedes y su esposo aún están trabajando en resolver esta situación, por lo que esto le deja una pregunta en su cabeza:
“¿Qué haces cuando el mejor sexo de tu vida está fuera del matrimonio, pero en casa tienes la aburrida seguridad de una relación estable?”
Eso es justo lo que Mercedes tiene que averiguar…
Abrazo
Alex
Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.
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