Ella no escogió mal.

Liz no escogió mal al padre de su hijo, fue él quien decidió irse.

Ella creyó que se había entregado a un hombre caballeroso, su hijo no fue producto de una noche loca. Liz llegó a amarlo y pensó que estaría en su vida para siempre. Pero no fue así, en cuanto él supo que estaba embarazada decidió alejarse, no quiso ser padre y la dejó sola en esa nueva etapa de su vida.

Liz se convirtió en madre soltera y eso le significó ser una mujer madura, valiente, fuerte, atrevida, luchadora, capaz de hacer cualquier cosa.

Ella vivió momentos muy obscuros, llenos de tristeza, enojo, incertidumbre; incluso llegó a sentirse muy mal cuando alguien le dijo: “fue tu culpa al escoger mal al padre de tu hijo”; pero hoy, después de tanto aprendizaje sabe que no fue su culpa, él decidió correr y no ser un buen padre. Ella en cambio tomo la decisión de afrontar su realidad y tener a su bebe.

Ahora Liz se siente muy feliz, porque tiene un enorme motivo para seguir de pie y sí, tiene que hacer doble trabajo, doble esfuerzo, pero todo absolutamente todo vale la pena por su pequeño hijo. Ella sabe que no está sola, tiene a su bebé y es el amor de su vida.

Liz tiene la gran responsabilidad de educar a su hijo para que se convierta en un hombre de bien, con valores, pero sobretodo respetando y valorando a las mujeres.

Tuvieron que pasar muchos años para que la sociedad dejara de juzgar y señalar a las madres solteras. Ahora se les aplaude su fortaleza al preferir seguir adelante solas, pero con la gran alegría de criar a un hijo.

Alex.

Soy Alex Pacheco escritor, empresario y fundador de Epicbook. Me dedico a escribir los libros de figuras públicas y a contar historias.