Ella recuerda que solo tenía diez años cuando empezó a descubrir que su padre tenía varias mujeres. Nunca le dijo que lo sabía todo. Pasó algunos años guardando ese secreto que cada vez se hacía más grande, pero un buen día, justo después de su cumpleaños, su padre murió de un ataque al corazón.

Ella se da cuenta que, aunque han pasado ya casi 17 años, no ha logrado perdonarlo.

Ella creyó que su padre nunca amó a su madre. Hubo constantes peleas y discusiones en la casa cuando ella era niña, y durante todo ese tiempo que recuerda, nunca vio a su madre sonreír, aunque “parecía” feliz.

Ella pensó que su mamá nunca quiso darse cuenta de su situación porque no quería enfrentarse a una sociedad en la cual, el divorcio era visto como un pecado.

Su madre aguantó… como muchas otras madres. Y lo que estas mujeres pierden de vista es el trauma que generan en sus hijos, porque les enseñan a vivir en familias disfuncionales.

A ella, por ejemplo, le cuesta mucho confiar en los hombres porque ha sido testigo de tantos hombres infieles y malos desde que era una niña.

Entonces, ¿por qué es tan difícil para ella perdonar a su padre por engañar a su madre?