Eres un hombre soltero: estás invitado. Eres una mujer soltera: ni lo sueñes
Su Playlist favorito con las canciones de U2 lleva un rato sonando. Está sentada en el piso de su sala, acompañada de una botella de vino casi por terminar. Las luces están semi apagadas y su computadora está sobre sus piernas. Es sábado por la noche y Karina está sola en casa, mirando en Instagram todas las fotos de la fiesta de su mejor amiga: la selfie de los 8 sonriendo a la cámara, las cuatro parejas brindando con las copas arriba y las cuatro mujeres delante de los cuatro caballeros haciendo caras chistosas.
Todos se ven felices. Todo en las fotos parece perfecto, excepto que… Karina no es parte de la celebración. En esta ocasión, como en muchas otras recientemente, no fue invitada.
Ella extraña esas fiestas, pero han pasado seis meses que no asiste a una. Poco a poco sus amigas dejaron de invitarla. Karina es de las que creé que la amistad es para siempre, pase lo que pase, en las buenas y en las malas. Pero quizá esté equivocada. Todo empezó a cambiar cuando terminó con su novio y volvió a ser soltera. Y por “alguna razón”, dejaron de invitarla a las reuniones de pareja.
Y entonces empezó a entenderlo: una de las más tristes consecuencias de estar soltera es la disminución repentina de las invitaciones. Karina es ahora “la amiga sin pareja” entonces ¿para qué invitarla?
Las reuniones con sus amigas a las que ella solía asistir siempre son de parejas y para parejas. Y entonces ocurrió el desastre… Karina ya no tenía una. Y parece que sus amigas olvidaron de repente su número de teléfono.
Karina no lo entiende ¿Cuál es el problema de ser soltera?
Si tú eres un hombre soltero, “extra”, en una cena de parejas, todo es maravilloso. Siempre se puede invitar a un hombre soltero, quien es visto como digno, deseable y está bien tenerlo cerca.
¿Por qué? Porque puede contar las historias de las mujeres con las que está saliendo, ayudar a asar la carne, abrir las cervezas o servir el vino. ¿Quién decide estas cosas?
¿Pero una mujer extra? Oh no. No gracias. ¿Qué haremos con una mujer extra en una cena? Ella podría ser un peligro si está cerca de los esposos o parejas de sus amigas.
Karina recuerda exactamente lo que sintió la primera vez, se le revolvió el estómago y su corazón se “apachurró” cuando se enteró de que no fue invitada a la fiesta del segundo aniversario de bodas, de una de sus amigas más cercanas. Su presencia dejó de ser bienvenida a las reuniones de siempre, justo cuando pasó de estar en una relación, a estar repentinamente: sin pareja.
Su tren de la vida se había salido de las vías y algunas de sus amigas de toda la vida, no sabían cómo manejarlo.
Se hace muchas preguntas: ¿ser una mujer soltera de repente te pone en la categoría de algo "peligroso"? “¿No confiable?” “¿Cazador furtivo?” “¿Depredador?”
Karina toma la última gota de la botella de vino mientras reflexiona en sus preguntas y por un momento, se siente genial: “woow, nunca me consideré una mujer peligrosa, pero ¿en serio?”. Y lanza al aire una última pregunta.
¿Somos tan inseguros con nosotros mismos y de nuestros amigos que creemos la peor traición de ellos y de nuestras parejas?
¿Cuál es el verdadero problema?
Karina cree que, las mujeres tienen una subvaluación crónica. Les han enseñado desde tiempos inmemoriales que las mujeres están incompletas sin un hombre. Que NECESITA un compañero, porque por ti solita no vales lo suficiente y… porque “seguro” si eres soltera, entonces en el fondo quieres robarte al novio de tus amigas.
Karina piensa: honestamente, cariño, no quiero a tu hombre. Estoy demasiado ocupada sanando todo lo que me lastimó el último, gracias. Hermandad en entre mujeres, “mi trasero”.
Más que hermandad hemos aprendido a ver a otras mujeres como "la competencia".
¿Los hombres comparan las partes de su cuerpo? Por supuesto que no. Las mujeres sí, comparan todo. Se les alienta a medirse constantemente: las piernas de ella son más delgadas, más duras y tonificadas, sus pechos son más grandes, más bonitos. Mira su trasero, sus uñas. Elige cualquier parte del cuerpo y la lista continúa.
Karina está triste porque la situación es muy incómoda. No solo para ella sino quizá también para sus amigas que han dejado de invitarla. Es incómodo para ellas, tratar de adaptarse a la nueva vida de su amiga soltera, por ejemplo, evitar hacerle preguntas incómodas, acerca de su ex.
Pero… ¿se curan estas heridas? Ciertamente.
Karina sabe que eventualmente perdonará a sus amigas por invitar a ese chico soltero a su cena, pero no a ella. O bien, encontrará mejores amigos.
Mientras tanto, Karina se relaja, cierra su computadora, coge una frazada y toma un libro. El vino se acabó, pero ahora le toca su helado favorito de chocolate.
Karina disfruta de tener ese momento para sí misma y se recuerda que se tiene a ella y que algún día las cosas serán diferentes.
Con una nueva pareja, o con nuevos amigos.
Abrazo
Alex
Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.
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