La lección que me enseñó mi abuelo.

“Hay algo que debes saber antes de que podamos ir a pescar juntos. ¿Estás poniendo atención, Alex?”

-“Sí, abuelito”.

- “Ok. Este es un anzuelo. ¿Ves esta parte puntiaguda aquí?”

- “Si”

- “Así es como funciona. Pones la carnada aquí, el pez la morderá y se enganchará”.

- “¡UH Huh! Pobre”.

- “Si, pero esa no es la peor parte. ¿Ves esta otra pequeña punta acá? Cuando atrapas al pez, intentará alejarse. Ahí es cuando esta parte lo mata. Cuanto más intente escapar, peor será”.

- “Wow. Eso debe doler”.

- “Duele mucho. Ahora imagina que el anzuelo se te clava en el dedo. Puede pasar. A mi me ha pasado varias veces”.

- “¡Auch!”

- “Auch, sí. Te diré qué hacer. En lugar de tratar de quitarte el anzuelo de inmediato, debes guardar la calma y empujarlo. Déjalo ir hasta el final, hasta que la punta pequeña y la grande están fuera de tu piel. Luego la cortas el anzuelo y retiras el resto por donde entró. Esa es la única forma en la que no te hará mucho daño. ¿Entiendes?”.

- “Si…”