Member-only story
Laura y su pareja llevaban veinte años juntos. Aún seguían siendo novios. Ella un día se acercó a él y le dijo que pensaba que debería ver a otras personas. Ella ya tenía a alguien más en mente, pero no se lo dijo.
En lugar de terminar su relación actual antes de comenzar una nueva, Laura pensó que podría probar el viejo truco de “veamos a otras personas”.
El hombre estaba devastado. Había pensado que eran exclusivos. No quería salir con nadie más.
Él le dijo que no tenía interés en salir con otras mujeres, pero Laura le aseguró que estaba muy bien con eso y que confiaba en él. El hombre aceptó a regañadientes intentar salir con otras personas, pero la experiencia fue tan desagradable que pronto se dio por vencido y le dijo a Laura que quería centrarse en su relación. Ahí fue cuando las cosas empeoraron.
Según él, Laura se volvió “fría y distante”, y pronto se dio cuenta de que ella había estado viendo a otras personas mientras lo animaba a hacer lo mismo.
–Fue como un cuchillo en mi corazón, –dijo él–. La enfrenté al respecto y ella se encogió de hombros y dijo –¿Qué tiene de malo ver a otras personas? Pensé que estabas haciendo lo mismo.
El hombre terminó la relación poco después… Le llevó años superarla.
Resultó que eso era exactamente lo que ella quería. Laura lo había usado para satisfacer sus propias…