Lorena necesitaba terminar con su matrimonio.

“Ningún hombre querrá más de una noche contigo; tienes demasiados hijos”. Así pensaba Lorena.
Lorena estuvo casada por 22 años y tuvo 4 hijos, estas acciones la hacían sentir “segura”, de alguna forma. Ella pensaba que ambos, su esposo y ella, estaban construyendo una vida juntos, jamás pensó que su matrimonio se acabaría.
Lorena había estado dispuesta a superar la crisis de la mediana edad. Sorteaba todas las dificultades que se presentaban en su matrimonio y siempre trataba de ver el lado positivo. Pero un día, ella se dio cuenta de todo el dinero que su esposo gastaba en sus salidas con otras mujeres. Y ahí, llego el momento de decir: “No más, es suficiente”.
Tomar la decisión no fue nada sencillo. Le era muy complicado darse cuenta de todo lo que había tolerado a lo largo de los años. Cuánto se había desgastado y, sobre todo, cuánto le dolía.
Al principio, hubo días en los que ni siquiera sabía si lo lograría. No podía imaginar cómo iba ser la vida como madre soltera de cuatro hijos. ¿Cómo lo haría? ¿Qué pasaría con el dinero? Eran sus principales cuestionamientos.
¿Y estaba realmente destinada a estar sola el resto de su vida?
Sus predicciones seguían reproduciéndose en su mente. Había tantas incógnitas sin respuestas fáciles, que hacían que se sintiera abrumada.
Sin embargo, Lorena también vio el potencial de reescribir su historia. Sabía que había un lado positivo en algún lugar del dolor. Pero primero…