Mujer recién soltera, se pregunta si se quedará sola con quince gatos

5 min readSep 10, 2019

38 años, asistente de una empresa de comunicaciones, soltera.

6:15 a.m. Laura se despierta con una sensación de ansiedad por todo el cuerpo. La noche de ayer bebió casi una botella de vino, viendo una tonta serie de Netflix… sola.

Ha sido muy amiga del vino barato últimamente. Intenta mantenerse alejada de eso, pero le ayuda a mejorar su ansiedad. Desde que terminó su relación hace tres semanas, está buscando “algo” para salirse de su cabeza, y hasta ahora, el vino ha ayudado un poco. Pero no esta mañana.

9:49 a.m. Laura llega al trabajo. Su hora de entrada es a las nueve en punto. Es la sexta vez en tres semanas que llega tarde. Sus compañeros del trabajo empiezan a murmurar si algo anda mal con ella, pero Laura cree que nadie lo ha notado.

10:14 a.m. Intenta ponerse a trabajar, pero aun siente que su cabeza no está conectada con su cuerpo. Decide ir por un café mientras piensa en la ruptura.

Ok si, la ruptura. Lo conoció hace dos años en un bar. Él es guapo, inteligente e interesante, pero siempre había un problema u otro. Laura se sentía en el tipo de relación en la que constantemente caía en un laberinto de: “¿quién hizo qué?” y “¿quién tiene la culpa?” Hasta que finalmente él le mandó un mensaje por whatsapp: “no puedo más contigo. Se acabó”. Laura intentó buscarlo, pero simplemente él no respondió.

13:14. Aburrida en su escritorio, comienza a mirar Instagram. A alguien le gustó una de sus fotos, así que Laura espía su perfil y sin querer, da un like a una foto de él.

Laura es asistente de una empresa muy importante. Le gusta su trabajo, pero no es lo que ama. A veces le parece insoportable pasar la mayor parte de su vida atada a un escritorio.

A veces quisiera escapar e irse a vivir a la playa, tomar margaritas todo el día y sentarse a escribir, que es lo que más ama.

Desafortunadamente, después de pasar nueve horas sentada viendo cómo le sucede la vida a los demás, no le queda mucho tiempo y energía para hacer lo que realmente quiere hacer con su vida: ser escritora.

15:00. El chico de Instagram la está invitando a salir por la noche, pero ella no se siente segura de aceptar. Parece apuesto, pero nunca ha conocido a nadie a través de Instagram.

También teme estallar en llanto sentada frente a cualquiera que no sea su ex. Desde que él la abandonó, comenzó a sentir que una relación es como el juego de las sillas, donde al terminar la música todos se sientan y ella es la única que se queda de pie.

Casi todas sus relaciones han terminado de la misma forma. Siempre soñó con una relación donde pudiera sentirse segura y feliz, pero eso no ha sucedido. Y ahora duda incluso si le gustaría casarse.

Segura y feliz, es lo que menos siente en este momento de su vida. Más bien está consumida por encontrar una cura contra lo que siente.

16:25. Laura piensa que no quiera llegar nuevamente a su casa sola, a tomar otra botella de vino hasta la madrugada, viendo una tonta serie de Netflix. Así que piensa nuevamente en la invitación de hoy en la noche.

16:26. Le pregunta a su amiga si debería conocer al chico de Instagram. Decide hacerlo.

Laura le envía un mensaje de texto para aceptar la invitación. Él le contesta de inmediato. Hace mucho nadie le contesta tan rápido. Laura piensa que quizá él será su futuro esposo.

21:00. La conversación es aburrida. Él se la pasa viendo su teléfono. Instagram. Laura piensa que quizá está invitando a otras.

21:10. “Y bien, cuéntame algo…” Le dice él cuando recuerda que está en una cita con ella. Laura se siente incómoda, no se le ocurre nada que decir, así que solo bebe para hacer algo con las manos y con la cara.

21:30. Él intenta acercarse para besarla. Laura lo rechaza. En toda la noche casi no han hablado, no se han tocado en absoluto y ahora él espera un beso. Laura apenas puede creerlo.

21:31. Ella se disculpa y se va del lugar. Ya estando afuera del restaurante camina unas cuadras para “perderse” y pide un Uber, no le importa pagar los $165 pesos con tal de sentirse a salvo rumbo a casa.

En el auto piensa si debería escribirle a su ex. Decide que no: “dejemos las cosas estúpidas para otro día”, piensa en voz alta mientras mira por la ventana. Se siente frustrada.

22.03 Laura llega a su departamento, se sienta por un momento en las escaleras de la entrada y comienza a reflexionar sobre su vida.

Laura recuerda que cuando era pequeña, jugaba a las cartas con una mujer llamada Antonia, su vecina del departamento de arriba.

Antonia era una vieja solitaria que subsistía con sardinas enlatadas. Era engañosa: nunca sabías qué versión de ella conocerías en un día determinado. Algunas tardes, le cerraba la puerta en la cara a Laura. Otras, le horneaba pastelitos de nuez y canela.

Ella le contaba historias sobre un hombre que la golpeaba, pero en el fondo, la amaba. Por eso ella no podía dejarlo. Antonia se levantaba las mangas de la camisa para mostrarle a Laura las cicatrices de aquellos golpes. Lo hacía con orgullo. Esas eran las pruebas de que alguna vez había sido amada, de que había pertenecido a alguien.

Laura dejó de ver a Antonia por mucho tiempo, su mamá se lo prohibió.

Años más tarde, Antonia murió en su bañera. Estuvo ahí por una semana antes de que alguien lo notara y llamara a la policía.

Antonia vivía sola con sus gatos, con sus quince gatos.

22:36. Laura abre una botella de vino y pone una tonta serie de Netflix.

22:40. Recibe un mensaje del chico de Instagram. Una foto de sus partes íntimas con el siguiente mensaje: “esto fue de lo que te perdiste”

22:41. Laura apaga su teléfono y se pregunta… si terminará su vida como Antonia. Sola y con quince gatos.

Abrazo

Alex

Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.