Si Verónica pudiera hacer realidad un deseo, solo uno, sobre una estrella, ¿Qué sería?
¿Buen sexo? ¿Una pareja que llenará su vida de gestos románticos? ¿Una mejor relación con su familia? ¿Más amigos? ¿Más dinero?
Todas estas cosas suenan realmente maravillosas. Pero, lo que Verónica relamente quiere es alivio, apoyo, paz y tranquilidad.
Eso es todo. Ese es su deseo.
Verónica es una mujer soltera y aunque le gusta estar sola, hay un pequeño aspecto que se siente como una herida abierta, esto es que esta muy vulnerable. Y es que hay docenas de cosas para las que realmente necesita un par de manos extra.
Cómo esa vez que intentó mover el armario a otra habitación y se torció el tobillo. O la vez que se lesionó la rodilla porque necesitaba quitar un sauce que estaba obstruyendo el acceso a su casa. De repente es muy difícil pedirle ayuda a un amigo y que este disponible en el momento oportuno para apoyar.

Y aunque en verdad a Verónica le gusta vivir sola, siente una envidia constante de todos sus amigos y familiares que tienen un compañero que los consuela, que los apoya.
En Pascua, cuando Verónica enfermo pedía ayuda y no había nadie que la escuchará. Ella quería que alguien le acariciara la espalda, que se asegurará de que se recuperaba o que la llevara al hospital si empeoraba.
Parece poco entendible, pero todo lo que quiere Vero es…