Una mujer arde, si le aplicas la chispa adecuada
Ella era la más bonita de la escuela, su nombre es Lorena. Era tal su belleza que intimidaba a todos, o, mejor dicho, me intimidaba a mí…
Tenía un novio que no iba en la escuela y que pasaba por ella en moto al terminar las clases. Él era como 10 años mayor que yo, y mayor que ella. Y tenía como 20 kilos más de músculos que yo.
Lorena me gustaba tanto que vivía obsesionado por saber cómo podía conquistarla y, “bajársela” al gorila de su novio, que además tenía pinta de ser el malo de la Película de Karate Kid, Vaselina o algo así.
Un día en una kermés de la escuela la vi saliendo del baño y supe que esa era mi única oportunidad. Me sacudí la timidez y actué casi sin pensarlo. Me acerqué para invitarla a salir. Inmediatamente dijo “NO” y se alejó. Fue como una de esas escenas de película, donde la protagonista desaparece entre la multitud, mientras todos a mi alrededor reían y se burlaban de mí.
Pero cuando eres rechazado así por la niña que más te gusta en el mundo, se te hace la piel gruesa, y entonces puedes soportar cualquier otro tipo de rechazo. De hecho, mis mejores maestras en la vida fueron quizás esas chicas guapas de primaria y secundaria que me dijeron que “NO” cuando yo estaba desesperado por salir con alguna de ellas.
Eso me obligó a entender, inconscientemente en ese momento, cómo funciona la forma de pensar de las mujeres. Qué es lo que las hace decir que “SI” y lo que las hace decir “NO”. Quién sabe qué hubiera sido de mí, si todo hubiera sido fácil.
Me tomó dos años aprenderlo, pero lo hice, porque Lorena terminó siendo mi novia en tercero de secundaria, y gracias a eso entendí, que no era tan difícil después de todo.
Las mujeres parecer ser complicadas, sin embargo, son seres humanos realmente simples. Aun y cuando una mujer “ALFA” aparenta ser una persona segura, multifacética, ambiciosa, fuerte e independiente; por lo general, está llena de inseguridades, su mente vuela a dos mil por hora, y no siempre sabe lo que quiere.
No importa lo complejo que parezcan, se emocionan con los detalles más simples y cotidianos de la vida.
Quizá algunas ciertamente se excitan con diamantes, pero a la gran mayoría, se les enciende la chispa con las muestras de cariño más cotidianas, que ni siquiera tienen que ver con el físico, con sexo o con dinero.
Como por ejemplo…
1. Hacerla sentir confiable. A las mujeres les encanta que les pidas consejos. Quieren una pareja que tenga fe en ellas, que confíe en su buen juicio, en su lealtad y sus acciones.
2. Que las escuchen. Les encanta contar lo que para ellas es importante, lo necesitan, y saber que les pones toda tu atención es la mejor muestra de cariño. A una mujer le encanta saber que podrías escucharla por horas y que se sentirá mejor después de contarte.
3. Ser un caballeroso. Si, aún está bien abrirle la puerta. Si, aún está bien ayudarle acomodar la silla en el restaurante. Si le llevas un Café o un Té al despertar, te tiene en su cabeza todo el día y toda la semana. Organízale un baño de burbujas y seguramente nunca te olvidará. Pero no un baño común y corriente, sino uno donde las burbujas se derramen por los bordes, donde haya velas, música y dos copas de vino en el costado de la tina.
4. Decirles que lo sientes y hacerlo de corazón. Cualidad muy valorada por las mujeres, les encanta recibir disculpas auténticas y sinceras cuando has hecho algo mal. Eso repara puentes y cierra heridas.
5. Saber manejar sus cambios emocionales. A veces están felices, otras tristes, o enojadas. Y generalmente te enviarán mensajes subliminales. Si eres capaz de notarlos, pensarán que eres descendiente de Nostradamus y el amor de su vida.
6. Mantenerla a salvo: Desde arañas, monstruos, malas resacas y el frío, o incluso sostenerla de la mano cuando usa tacones altos.
7. Recordar. Una fecha especial, su libro favorito, lo que te dijo hace dos minutos, o hace dos años.
8. Hacer el trabajo que ellas odian o se les hace difícil, como arreglar algo, si eres proactivo y no tiene que pedírtelo, se enamoran.
9. Hacerlas reír. No hay nada más sexy que la inteligencia y si es utilizada como un gran sentido del humor, hará que sus niveles de serotonina lleguen al techo y siempre querrá estar contigo.
Finalmente, uno de los más importantes.
10. Sentirse deseadas. En mente, cuerpo y alma, completamente deseadas. Que, al hacer el amor, sienta que es especial, que lo estás haciendo con ella y no con nadie más. Que sienta esa conexión que la haga sentir la mujer más hermosa del mundo.
Las cosas más pequeñas son las que cuentan. Mostrarle a una mujer que es querida, cuidada y deseada, siempre encenderá la chispa adecuada.
Estamos juntos en esto
Alex
Soy Alex, escritor, empresario y fundador de epicbook. Me dedico a escribir libros para figuras públicas y a contar historias. Sígueme en Instagram y en Facebook, si quieres aprender a contar tu propia historia y si quieres escribir tu libro para posicionarte como experto, crecer tu carrera, tu imagen y tu negocio.
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